Creo que no te escribí nada.
Dejé que Marido te dedicara unas palabras en medio de sus ficciones, y yo me dediqué a divagar.
Sin embargo andás por ahí siempre.
Mirando detrás de los anteojos marrones.
Dejando a un costado tu audífono para escuchar lo que puedas con tus oídos.
Poniendo una cucharada de dulce de leche en algún platito
o preparando un estofado de asado.
Entre juegos me dijiste "Sopolepedapad", y me enseñaste un mundo nuevo.
Me miraste con amor.
Y porque te dí un beso, abriste el armario del living y sacaste una golosina.
Después muchas más cosas.
Muchas que quisiera no recordar.
Solo tu mano fresca agarrada de la mía
y noches sin dormir bien.
Ocuparme de que tuvieras bien las hebillitas.
Darte un beso y despedirte.
Con todo el corazón.
1 comentario:
triste y hermoso a la vez ;)
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